Esta semana está marcada por el inicio del año astrológico. Cuando el sol recaló en el signo de Aries alumbró, en cada uno de nosotros, la energía creativa, guía, batalladora, brava e intrépida que habita en nuestro interior para marcar con fuerza un nuevo inicio.
El término año viene del latín annus, que a su vez se tomó de la partícula equivalente a circum (en torno), esto nos indica que el año es un tiempo circular. Así́ se representa en muchas culturas, como un anillo que significa “círculo pequeño” y es intrínsecamente redondo, inalterable y eterno.
Mircea Eliade, en el mito del eterno retorno, hace alusión a la visión circular del mundo primitivo. En esta línea el nuevo año representa la regeneración del tiempo vinculado al “levantamiento del tabú́ de la nueva cosecha, de tal modo que es proclamada comestible e inofensiva para toda la comunidad”. Así “los cortes del tiempo”, que nuestra mente los observa y percibe lineales, son ordenados por los rituales. Por ejemplo, los que se hacen en torno al nuevo año y que rigen la renovación de las reservas alimenticias; Es decir, los rituales como este aseguran la continuidad de la vida de la comunidad entera.
Es importante destacar que en todas las civilizaciones existe la idea del fin y del comienzo de una época temporal, esta visión se basa en la observación de la naturaleza y de la armonía biocósmica que nos habla de un restablecimiento del orden y hace alusión a lo cosmogónico, entendido como un relato de características míticas sobre el origen del mundo o como una teoría científica que trata sobre el origen del Universo, pero en el fondo, ambas visiones apuntan a lo mismo: La vida y su devenir.
Por ello la cosmogonía del año nuevo astrológico está relacionado con la regeneración, tal como lo indica su nombre, corresponde a un nuevo nacimiento. Todo año nuevo es volver a tomar el tiempo en su comienzo; es decir, una repetición de la cosmogonía o una vuelta al origen. Sin embargo, el año nuevo astrológico ofrece una particularidad, a pesar de darnos la posibilidad de volver a renacer cíclicamente cada vez que se produce, nos ofrece un sin fín de posibilidades en el horizonte celestial, haciendo de esta vida algo nuevo porque el orden de sus estrellas, planetas, soles y lunas nunca se han presentado, en el tiempo presente de la manera en la cual se encuentran disponibles ahora para nosotros en el firmamento.
El Cosmos nos brinda en su perfección, en su completa armonía la oportunidad de evolucionar y avanzar hacia nuevas dimensiones, solo esta en nosotros la elección de cómo vivir estas posibilidades de intensidad, tono, ritmo, melodía y armonía que nos ofrece el Universo.
Por lo expresado anteriormente, el tiempo de Aries representa la energía de los inicios, la toma de decisiones y concreciones. Nos invita y estimula a continuar por nuestro camino, nos induce a ser protagonistas sin paralizarnos y robustecernos frente a las situaciones que nos brinda la vida conectándonos con nuestro propio valor personal que se refleja en nuestros anhelos, resoluciones y actuaciones, manteniendo la armonía que para los griegos era el símbolo del equilibrio cósmico, porque reunía a todas las esferas o escalas del firmamento: los cuatro elementos básicos (tierra, agua, fuego y aire), configuraba la vida del hombre y la organización del universo (los planetas, el sol y la luna).
¿Qué dicen los astros para ti este nuevo año que se inicia? ¿Estás dispuest@ a ser el mag@ de tu vida?
Cuéntame tu relación con la Astrología o como te relacionas con el firmamento
Referencias:
1.-ELIADE, M. Mito del eterno retorno. Ed. Alianza. Madrid, 2011.
2.-ROWELL, L. Introducción a la Filosofía de la Música. Antecedentes Históricos y Problemas Estéticos. Barcelona: Gedisa Editorial. 2005. .-
3.- http://etimologias.dechile.net/?an.o- Fecha consulta 19 de marzo.
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