Si en un buscador de internet utilizamos como palabras claves de indagación “cuencos tibetanos”, obtenemos un sinfín de páginas de cómo adquirirlos, tocarlos, las mejores recomendaciones para saber cuáles son los adecuados e incluso videos que se refieren a ellos como sanadores, relajantes y aptos para la meditación. Cualidades todas ciertas si miramos su historia a lo largo del orbe.
Los cuencos se han transformado en uno de los instrumentos más comunes utilizados en Occidente. Sin embargo, su empleo va cambiando de cultura en cultura, por ejemplo en india se emplean como acompañantes para la meditación y su uso sobre el cuerpo es una incorporación más reciente dada la divulgación en occidente de esta técnica. Su ocupación para la sanación es mayor en el Himalaya en comparación a otras regiones como China, Japón o Corea del Sur donde se usan como instrumentos del Templo.
En nuestra área de influencia se habla y comprueba, en distintas investigaciones, que los cuencos proporcionan un centenar de beneficios para la salud que abarcan desde la reducción del estrés, el aumento del flujo sanguíneo, la reducción de la frecuencia cardiaca como también ayudan al sistema inmune, producen la mejora en condiciones de fibromialgia, cáncer e incluso, quiénes meditan con ellos presentan mejora en su salud. Por lo cual el simple hecho de escuchar a un cuenco es muy beneficioso.
En terapia de sonido se ocupan para realizar masajes vibratorios, lo cual se suma a sus propiedades curativas por sonido, de esta manera se utilizan en problemas abdominales y digestivos, en temas cardiacos, columna vertebral y en las articulaciones. Así mismo, son un gran apoyo en diferentes ciclos que atravesamos a lo largo de nuestra vida como nacimientos o lutos, apoyando embarazos o procesos como la jubilación. Igualmente, sirven como apoyo para los ancianos, niños, personas con discapacidad y muchas otras situaciones que pueden parecer cotidianas pero que, con la compañía de la energía y, específicamente de la vibración que emite esta herramienta terapéutica se transmutan y transitan estos procesos con una disposición más amorosa, asumible y asequible, generando que nuestro sentimiento sea de protección, bienestar y placer.
El entorno de la curación con los cuencos es practicado, comúnmente, de modo intuitivo por aficionados que suponen que con tocar el cuenco “la magia se realiza”. Por una parte, esto último es real y no se puede desmerecer el poder de la intuición que es innegable pero en la sonoterapia existe un conocimiento, transmitido por generación en generación que origina una transformación en otro nivel con la utilización de éste método milenario y ,que tiene un efecto directo en las personas con temas físicos o mentales, que van más allá de la vibración que el cuenco nos puede transmitir instintivamente y va en combinación con un conocimiento adquirido, validado y comprobado en diferentes culturas de oriente a occidente.
Los cuencos, acompañados con el canto de armónicos es una combinación perfecta en la terapia de sonido porque no sólo escuchamos por los oídos, sino también con todos los otros órganos que poseemos como la piel, los huesos y los diferentes campos energéticos que poseemos, por ello los movimientos que se generan con estas herramientas,, pueden incluso influir en nuestros estados cerebrales y niveles de consciencia, ya que se abren las rutas nerviosas de nuestro cerebro pudiendo esta técnica influenciar en el sistema nervioso autónomo, en particular el sistema nervioso parasimpático, presentando así un respuesta que permite de digerir los procesos o situaciones amablemente y generar descanso, en vez de estar en modo de lucha o escape.
En este último punto quiero destacar la figura del terapeuta, quién hace vibrar el instrumento en comunicación y contacto directo con el paciente, generando proximidad entre ambos, fortaleciendo el vínculo de acompañamiento terapéutico y por ello la acción de la terapia de sonido.
Te invito a vivir una experiencia con sonoterapia, verás que trasciende los sentidos y puede ser una experiencia sanadora a nivel físico y mental. Está en ti querer vivir y disfrutar de esta experiencia.
Un abrazo de luz.
MAIA
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