Skip to main content

Me llamo Carolina Andrea Pinedo Henríquez, nací en octubre de 1976, en la ciudad de Valparaíso, Chile. Estudié Licenciatura en Historia en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso desde donde emigré al viejo continente para especializarme en política europea y administración. Sin embargo, en mi incesante búsqueda de identidad y  de encontrar un lugar  donde generar arraigo y sentido de pertenencia en este mundo, fui extendiendo mi estancia, extendí mis alas y mi libertad.

Descubrí el mundo a mi ritmo, comprendí mis propios ciclos, lejos del rigor familiar y , con la excusa de seguir el perfeccionamiento. En el área académica obtuve postgrados en arquitectura, patrimonio histórico, sociedad contemporánea y sus problemas de comunicación, áreas que me llevaron a desarrollarme profesionalmente durante más de 20 años en varias universidades del país y, así también como consultora internacional. Esos años fueron un regalo del Universo, la Divinidad y todos los Seres de Luz que me acompañan y protegen, mirándolos con retrospectiva fueron mi despertar en  esta realidad. Corresponden  a una expansión plena,  un descubrimiento y fortalecimiento de mis dones alimentados por la certeza de sentirme profundamente sostenida, afortunada y amada.

Al retornar a Chile -7 años después-, a pesar de todo el bagaje adquirido, mi alma se sentía triste y vacía.  El proceso coincidió con el cierre de una etapa personal y laboral que como resultado trajo de la mano un shock anafiláctico -en junio del 2010-, y cuya consecuencia me invitó a cambiar estructuralmente todo mi sistema alimenticio y, por ende  de vida.

Escuchando la voz de mi alma -más bien su clamor-, comencé a intuir que la medicina alópata no daría respuesta a mi problema y a buscar más allá de lo permitido, por mis creencias limitantes, en esos momentos. Comencé a practicar Reiki, convirtiéndome en Maestra. Así, el manejo de las energías me develó un nuevo mundo que me deslumbró en la experiencia y en la cercanía con que lograba experimentar. En cada sesión, la conexión con un orbe cercano pero a la vez invisible a los ojos de un espíritu desconectado de su realidad creadora y divina. Esta realidad que prontamente se comenzó a manifestar como  cotidiana, me sedujo e invitaba a habitar en ella de manera permanente. Persistí familiarizándome con esta realidad vibracional, sutil y amorosa, mi mente racional me llevó a  prepararme como terapeuta floral, en obsidiana y lectora de registros akáshicos, técnicas que me llevaron a un despertar de conciencia que me acercaron de manera definitiva  a la misión de mi alma y a descubrir la vocación de servicio desde el corazón.

Las visitas al Santuario de Lourdes en Francia (Servicio de San Juan Bautista como Hospitalaria) me otorgaron la comprensión de que los milagros existen más allá de la religión y que  la espiritualidad debe ser vivida desde una óptica inmanente, permanente y continua desde el amor infinito, en la cotidianeidad de la propia vida. La tarea de cooperar en la elevación de la Tierra con pequeños actos  se unen a una apertura de canal que me lleva a profundizar, más adelante,  en el mundo de la lectura del tarot y otras técnicas que van de la mano a los nuevos tiempos para ponerlas al servicio de quienes lo deseen.

He descubierto a lo largo de todos estos años que me intereso por la gente, sus motivaciones, sentimientos internos, sus vidas y experiencias personales. Me caracterizo por ser una persona oyente por naturaleza, con un talento innato para lograr que los otros hablen de sus vidas, sueños, deseos y las formas que le son significativas de manera personal a ellos.

La armonía y el balance son mis notas clave para comprender los deseos e intereses de los demás, expresando un buen sentido de la cooperación y compromiso para lograr con encanto y discreción lo que hubiera sido imposible lograr de forma directa o enérgica.

En este proceso inicié mi trayectoria laboral como Coach de manera casual. En el ámbito de académico, comencé coordinando el área de Creatividad e Innovación del Campus Creativo de la Unab en el año 2013 para posteriormente asumir la creación y coordinación del área de prácticas de la Facultad de Arquitectura, Artes, Diseño y Comunicaciones de la misma Universidad en el año 2015. Durante más de 6 años he compaginado mi trabajo de académico con el acompañamiento a los estudiantes para definir su trayectoria profesional y fomentar su inserción en el mercado laboral. Dicha experiencia, unida al propósito de mi vida me llevaron a formarme también, como Coach y crear mi propio proyecto. Al día de hoy, ayudo a los demás a descubrir e impulsar su talento, potenciar sus capacidades y definir su futuro en múltiples niveles.