Pati y Benja que los sonidos de delfines y ballenas les brinden siempre el mágico encuentro.
Hoy 2 de abril se celebra el día de la concienciación acerca del trastorno con espectro autista más conocido como TEA. Según la organización mundial de la salud (OMS) uno de cada ciento sesenta niños en el mundo sufre trastorno el espectro autista (TEA). Bajo esta sigla se agrupan afecciones diversas que tienen en común la dificultad en la interacción social y la comunicación, con algunas pautas de comportamiento comunes como los obstáculos que se manifiestan para ir o realizar una actividad seguida de otra, o que las personas que detentan esta condición presentan gran inclinación hacia las nimiedades. Así mismo, presentan respuestas no comunes a las sensaciones y estímulos exteriores.
Es una condición que se mantiene a lo largo de toda la vida a pesar que su forma de expresarse se modifica a lo largo del avance del tiempo y donde algunas demostraciones pueden empeorar, mientras que otras pueden llegar a presentar una disminución considerable. Cuando nos referimos a espectro autista hablamos de múltiples dimensiones, no es una sola categoría pero tienen en común que comparten exteriorizaciones, aunque también cada uno de los tipos tiene su característica específicas.
Los estudios no han sido capaces de dar una respuesta unificada a las situaciones que desencadenan el autismo pero se reconocen varias razones que pasan desde la genética, por el metabolismo, incluso infecciones en las diferentes etapas del desarrollo de los niños desde la concepción a la etapa postnatal y que afectan su sistema nervioso central.
Por lo general, la condición autista se revela en la infancia aunque, en otros casos, esto no ocurre hasta bien avanzado los años, ya que las personas que tienen las cualidades mencionadas con anterioridad, muestran variaciones en su nivel cognitivo, el cual puede ir de una considerable minusvalía a un alto nivel intelectual. En la sintomatología común, las personas declaradas con autismo, sufren alteraciones como la epilepsia, depresión, déficit atencional e hiperactividad y, actitudes complicadas de llevar como insomnio o auto-laceración.
Estos niños tienen la capacidad de concentrarse sólo en lo que les interesa, en consecuencia hacen caso omiso a todo lo demás. Pueden llegar a comprender algunas palabras pero el resto les ocasiona un caos que les es difícil de gestionar. De esta manera, en el caso del área de las sensaciones pueden desarrollar una exorbitante sensibilidad, entonces determinados sonidos armoniosos, para quién no tiene esta limitación, a ellos les pueden sonar como ruidos o incluso, una caricia en la piel, les puede resultar molesta. Desarrollan una hipersensibilidad que es difícil de comprender para nosotros, considerando que además su visión de la luz, que se expresa en destellos o reflejos, puede ser captada (por ellos) de una forma tergiversada a lo que observa una persona común que no presenta esta sintomatología.
En otras palabras, los seres humanos que sufren TEA, tienen inconvenientes en las áreas cognitiva, motora y perceptiva donde lo mayor complejidad radica en la comunicación, ya que la ausencia o escasez de respuesta social se manifiesta incluso con la madre, el primer vínculo. En consecuencia, estos niños inusualmente la miran y no evidencian intranquilidad o desazón ni quietud cuando esta se aleja o acerca.
Los últimos estudios de terapia de sonido y música plantean estos son instrumentos con gran potencial y de mucha ayuda para entablar comunicación y apoyar los procesos de aprendizaje, especialmente en estos niños. Carl Off (1895-1982) el músico alemán que compuso el famoso Carmina Burana , desarrolló en la década de 1920 la idea de música elemental, elementare musik, donde el material musical abarca desde el diseño hasta la gestualidad, pasando por la métrica, el ritmo, el practicar instrumentos y el uso de la voz. Está completamente enfocada en generar sensaciones, de esta forma la música propuesta por Orff es una explosión a los sentidos, una terapia que puede ser calificada de multisensorial.
Si tenemos en consideración todo lo expuesto, una experiencia multisensorial, en los niños con TEA puede resultar aterradora ya que representa un riesgo por su hipersensibilidad. Sin embargo, en el trabajo realizado por Orff, en la Escuela Gunther (1924) donde trabajo hasta el final de sus días teniendo contacto permanente con niños y, tal cómo se demuestra en las investigaciones actuales el lenguaje musical suscita emociones y ayuda a expresarlos, lo cual genera el ambiente propicio para la mirada interior, para la expresión del ser y, adicionalmente , genera la demanda de sociabilizar. Los últimos tres aspectos ayudan a los niños con TEA a tener una forma de expresarse porque la música y los sonidos generan una forma de aprehender el mundo y que logren comunicarse multi-sensorialmente, tal como estos niños perciben el mundo, de una manera amorosa con ellos.
Rolando Benenzon, una de las máximas autoridades en el tema de Musicoterapia, en su capacitación profesional y en su aplicación al autismo y a pacientes en coma y con Alzheimer, nos plantea en su manual de musicoterapia que esta “es para el niño autista la primera técnica de acercamiento, pues el encuadre no verbal es lo que permite a estos niños establecer los canales de comunicación”. Así la dificultad de practicar sonoterapia, por las características propias del paciente con TEA, desaparece y dependerá del terapeuta descubrir como el sonido y el movimiento influyen en ellos. El terapeuta deberá descubrir que sonidos, ritmos y/o entonaciones son los más adecuados para tratar al paciente con Tea, ya que la música es un lenguaje Universal que supera idiomas, religiones y condiciones. En pocas palabras y teniendo en consideración la ley de la resonancia donde “lo semejante actúa sobre la semejante”. Ahí está la magia y la autoridad de la maravillosa terapia de sonido, sonoterapia, logra el encuentro de mundos que en otras dimensiones parecen imposibles.
Referencias:
- BENENZON, R. Musicoterapia : De la teoría a la práctica. Paidós Ibérica, Madrid. 2011.
- Guía de Práctica Clínica. Detección y diagnóstico oportuno de los trastornos del espectro autista (TEA). Disponible en https://www.minsal.cl/portal/url/item/bd81e3a09ab6c3cee040010164012ac2.pdf. Fecha de consulta 28 de marzo de 2022.
- REYNOSO et Al. El trastorno del espectro autista: aspectos etiológicos, diagnósticos y terapéuticos.2016. Disponible en https://www.medigraphic.com/pdfs/imss/im-2017/im172n.pdf. Fecha de consulta 28 de marzo de 2022.
- https://www.orff.de/es/instituciones/fundacion-carl-orff/. Consulta 27 marzo de 2022.
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