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La sonoterapia es una de las terapias más antiguas del mundo, en ella se utiliza la vibración de la voz e instrumentos musicales que actúan sobre  los campos energéticos y sobre el cuerpo físico teniendo como premisa que el cuerpo humano es energía. Esta terapia tiene una base científica que nos habla del principio de la resonancia en simpatía, la cual sostiene que un objeto vibrante provoca vibraciones en otro objeto.

El sonido tiene su origen desde la creación del mundo y sirve para dar a conocer información sobre el entorno que nos rodea, comunicarse y para sanar. La terapia del sonido es una de las terapias más antiguas del mundo y tiene sus orígenes en las civilizaciones del mundo mesopotámico, egipcio y griego, entre otros. Ha sido una herramienta vinculada al bienestar físico, mental, emocional y espiritual. En la mayor parte de las religiones del mundo se utiliza como puente para ingresar y alcanzar una elevación de la consciencia donde existe una mayor conexión con el mundo superior.

Todo lo que nos rodea es sonido en la naturaleza y, a su vez, energía el trueno, la lluvia, el mar, el viento, el crepitar de los árboles,, todos ellos sonidos naturales que percibimos y comprendemos por medio de nuestra piel, indicándonos que no existe separación y que esta es sólo producto de nuestra mente. Por otro lado, nosotros también escuchamos estos sonidos y ello nos ayuda a comprender que son y qué los produce.

Desde los tiempos primitivos se sabe que la música causa una impresión emocional en los hombres y el efecto que esta cause ya sea positivo, negativo o neutro dependerá de la finalidad con la cual se utilice esta sucesión de sonidos.

En el plano científico, se puede afirmar que cuando aceptamos un incentivo sonoro este conmociona a todo nuestro organismo, piel, huesos y sistema auditivo y la vibración produce cambios que influyen a todo el cuerpo humano a través de los sistemas nervioso y circulatorio, extendiéndose por los diferentes sistemas que habitan nuestro cuerpo, produciendo efectos, bioquímicos, equilibrio de la actividad neuronal, relajación del sistema muscular, entre otros.

La terapia del sonido provoca estados profundos de relajación, armoniza los hemisferios cerebrales, limpia y equilibra el sistema energético, alivia el dolor e incomodidades físicas, alivia el estrés, la tensión e hipertensión, calma las emociones y en algunos casos ha llegado a reducir significativamente tumores o cáncer.

El músico y psiquiatra Benenzon plantea que “La gran mayoría de los estímulos sonoros que impactan en el sistema nervioso se canalizan a través de los niveles sub- corticales. Por esto la utilización del sonido se justifica en las patologías que comprometen a todo el sistema nervioso, sea este compromiso de tipo orgánico o psicológico”

Fabien Maman, músico, compositor, acupuntor, autor, investigador, sanador, profesor, bioenergetista y practicante de las artes marciales estudió los efectos que ejerce el sonido en la sangre y observó que las células de esta cambiaban su color y forma cuando eran sometidas a determinadas frecuencias sonoras. En un caso particular donde las células cancerígenas afectaban al útero, descubrió́ que frente a determinados sonidos estas propendían a descomponerse.

Maman dedicó un año y medio a estudiar los efectos del sonido en las células humanas. En el baño de sonidos que realizaba comprobó que la voz humana logro detonar las células cancerosas y energizar las sanas; pero las diferentes tonalidades  del gong que se tocó durante 21 minutos también provocaron que las células cancerosas se desintegraran y finalmente explotaran.

El Dr. Gaynor, director del área de oncología médica y medicina integrativa del Centro de prevención del cáncer Strang-Cornell en Nueva York y autor del libro «El poder curativo del sonido», utilizó activamente el sonido en su práctica de oncología integradora. En una entrevista realizada por Bill Thomson plantea que el año 1991,  cuando le “tocó” atender a un monje tibetano con anemia, este al ser dado de alta le regalo un cuenco y descubrió el poder curativo que tenían porque ni siquiera sabía de su existencia.

Gaynor nos relata que  fue cautivado por los tonos y que los sentía “literalmente” atravesar cada célula de su cuerpo. Nos dice “No solo podía escucharlo con mis oídos, sino que lo sentía en todo mi cuerpo. Entonces, pensé que sería algo excelente para los pacientes que estaban lidiando con enfermedades graves”. Por ello comenzó su práctica terapéutica con ellos y obtuvo resultados asombrosos en casos de personas que manifestaban mucho miedo y mucha preocupación pudieron entrar en su propia armonía interior, en temas maritales, aumentando la función inmunológica mencionando que 20 minutos después de escuchar esta música de tipo meditativo, los niveles de inmunoglobina en la sangre aumentan significativamente

Según su propia enunciación se da testimonio que la vibración del sonido juega un papel decisivo en la modificación de la estructura celular.

¿Te animas a probar una terapia de sonido y comprobar sus beneficios?

Referencias.

BENENZON, R. Musicoterapia : De la teoría a la práctica. Paidós Ibérica, Madrid. 2011

MAMAN The Role of Music in the Twenty-First Century . Star to Cell Series Book I. 1997

Entrevista Dr Gaynor disponible en inglés en; https://www.treemendushealth.com.au/single-post/2019/07/29/effect-of-sound-healing-on-cancer-cells Traducción de la autora.

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