El agua desde el campo de la significación contiene una triada de atributos, considerados universales, porque todas las culturas los entienden de esta misma manera: como fuente de vida, medio de purificación y vía de regeneración. Las aguas representan la infinidad de lo posible, sumergirse en ellas para renacer, es volver al origen.
Aristóteles expone en su metafísica que el filósofo Tales de Mileto planteaba que el agua es el Principio y por esto, proponía también que la tierra estaba puesta sobre el agua. En este punto la Biblia, en el libro del Génesis, nos relata cómo en el segundo día D os separó el cielo de las aguas, la dualidad Femenina . Lo anterior implica dar un orden al caos y otorgar una imagen primera de la dualidad en este plano, correspondiendo a lo masculina y femenino, pero también indicando la unicidad que proclama el libro de Thot “lo que es arriba es abajo”. Así, agua y cielo son energías correspondientes, porque se refiere al agua como reflejo del cosmos que ha sido partido en dos.
La consagración del agua de manantial esta presente en múltiples culturas hasta el día de hoy. Son fuente de agua vida porque la materia cósmica se revela en ellos por primera vez. Sin agua no existirían las especias, por ello los celtas o incluso, el día de hoy, a muchos de ellos se les otorga virtudes sanadoras porque de alguna manera, nos conectan con el origen.
Esta imagen es tomada por la tradición judeo cristiana cuando se nos presenta, al pie del árbol de la vida o del Jesse, un manantial cuya agua es de vida pero no entendida como la inmortalidad sino como agua de renovación.
Así como el agua toma una propiedad regeneradora, sin embargo esta también se puedo mostrar desde su capacidad destructiva. Prueba de ello es el episodio del Diluvio Universal que está asociado a para procurar una nueva humanidad consecuencia de los errores, morales o rituales, que son limpiadas por medio del agua.
En la epopeya del Gilgamesh, aparece por primera vez el argumento del diluvio universal cuando el dios Enlil manda una gran lluvia para aniquilar a la humanidad, el igual que en el caso de Noé, un hombre recibe la instrucción de fabricar un arca en forma de cubo y sobrevive con diferentes especies de semillas y criaturas. El tema del diluvio Universal aparece en múltiples culturas por ejemplo en la grecolatina con deucalión, hijo de Prometeo y su esposa Pirra logrando desembarcar en el Monte Parnaso. Este tema también está presente en la mitología hindú, amerindia, china y australiana.
El diluvio, como universal cultural, es decir como elementos de la cultura que, según los estudios antropológicos realizados hasta ahora, compartimos prácticamente todas las las sociedades humanas nos invita a considerar el agua como un elemento que posee una contradicción interna, por un lado crea u otorga vida pero por otro destruye, aunque en esa devastación que causa, está la semilla de la regeneración.
MAIA en arameo, significa agua y, está asociada en múltiples culturas como la egipcia o la griega, al símbolo de maternidad y fecundidad. Como mencionamos en el principio de este escrito, al separar D os, el agua del cielo creó el principio de dualidad en unicidad, así el cielo representa la figura del Padre, la energía masculina y el agua, los océanos, la energía femenina de la Madre Universal con toda la sabiduría que contiene al ser reflejo del Cosmos del cielo.
Si miramos la mitología griega existe una sincronía con lo propuesto anteriormente en la diosa Afrodita, quién nace del mar, se puede ver claramente el el cuadro renacentista de sandro Boticelli conocido con el nombre del “Nacimiento de Venus”. Ella primera del panteón griego, conocida como diosa de la belleza, la sensualidad y el amor, con su equivalente en la mitología romana: Venus. En este sentido, en el plano de la materia, el agua es representación de la fecundidad y fertilidad, comno virtud celestial.
El uso del agua de manera ceremonial o ritual esta vigente en muchas religiones, desde la antigüedad hasta hoy com medio para recibir un renacer, obtener la purificación, sentirse estimulado, lograr la sanación. El sentido purificador se puede observar en la ley de Moisés donde se señala que las manos y cara de las personas impuras deben rociarse con agua, en la tradición católica se observa en introducir los dedos en agua bendita y realizar la señal de la cruz al ingresar a un recinto sagrado. En los griegos era utilizada en los Misterios de Eleusis que eran los rituales secretos de la escuela de Eleusis que se llevaron a cabo, cada año entre el 1600 a. C. al 392 d. C., aproximadamente. Los iniciados juraban guardar secreto de lo que ocurría en la iniciación pero lo que celebran es el mito de de Démeter y Perséfone, la “bajada” al inframundo. Se sabe que quiénes participaban sufrían un cambio en su vida y dejaban de temer a la muerte. Pitágoras la requiere para el ritual de la purificación del alma a través del cuerpo lo que nos alude a un “baño” que es recogido de alguna manera por los musulmanes que deben asearse antes de iniciar su rezo.
Cuando Poncio Pilatos se lava las manos para “liberarse de la culpa” de condenar a Cristo, está haciendo alusión a un acto de purificación, lo mismo ocurre en los baños rituales de las estatuas de los dioses en Grecias o el baño de la novia en China que purificaba y garantizaba fertilidad. En la cultura India lo tenemos con el baño ritual en el río Ganges.
Para finalizar, no podemos dejar de lado el acto del bautismo, presente en múltiples confesiones. San Juan bautista realizaba esta tarea por inmersión, lo que situa nuevamente el tema del agua al rito purificador de renovación. Por ello , los templos cristianos de antaño contenían una fuente de agua o una piscina interna,
muchos santuarios de peregrinación cristiana, por ejemplo Lourdes en Francia, y grandes movimientos de fe nacieron vinculados a las fuentes, a los ríos y a los lagos.
Vemos en lo expuesto una amorosa y armoniosa relación con el agua en las culturas mencionadas, la gran profundidad espiritual de este elemento nos lleva a afirmar que todas las formas de vida que conocemos en este plano están unidas a ella por lo cual podemos calificarla de vital y sagrada.
Nuestra tragedia está en la inconsciencia de su importancia y como agotamos o destruimos nuestro propio manantial materno, ya que olvidamos el carácter sagrado de nuestra vida y de todo lo que nos rodea, en consecuencia nos desvinculamos del origen y de nuestra fuente de vida
Referencias
1.- ARISTÓTELES. (Metafísica, 983b). Librodot.com. Disponible en http://biblio3.url.edu.gt/Libros/mfis.pdf. Fecha de consulta 26 de marzo de 2022.
2.- Los Misterios Eleusinos. Los Ritos de Démeter. World History Encyclopedia. Disponible en https://www.worldhistory.org/trans/es/2-32/los-misterios-eleusinos-los-ritos-de-demeter/. Fecha de consulta 26 de marzo de 2022.
3.- La Biblia. Disponible en https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Latinoamericana-1995. Fecha de consulta 26 de marzo de 2022.
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