La manzana: Entre el bien y el mal.
La manzana es un fruto con el cuál el hombre se alimenta desde tiempos arcaicos, Plinio en su Historia natural nos plantea que la manzana es la fruta por excelencia. San Isidoro de Sevilla indica que el fruto es llamado malum y que los griegos le dieron este nombre porque es el mas esférico, proponiendo que las verdaderas manzanas son las más circulares.
Así mismo, la manzana simboliza la fertilidad, femineidad, el conocimiento, la revelación, la fidelidad, la inmortalidad, la belleza, juventud, tentación y amor, entre otras cosas. Pero en nuestra cultura, es renombrada por ser el emblema de la expulsión del Paraíso porque se reconoce como el “fruto prohibido” y, su nombre en latín “malum”, en consecuencia fue identificado como malo. Sin embargo, en el Cantar de los Cantares, conocido también como el cantar del rey Salomón, quién en el Antiguo Testamento es presentado como sabio e hijo del rey David, nos indica que el manzano es, entre los árboles silvestres, como “mi amado entre los mozos” y el mismo poema nos dice que “debajo del manzano te desperté, allí donde te concibió tu madre…” Esta imagen del manzano es identificada como la cruz de Cristo y durante la edad media asociado a la redención, que luego también es traspasada a María siendo llamadamanzana de la vida en su rol corredentora de la humanidad.
Por lo anterior, según Chevalier en su diccionario de símbolos, el manzano es el árbol de la vida, lo identifica como el árbol de la sabiduría del bien y el mal. Esto nos lleva a pensar que la manzana es, como se dijo anteriormente el fruto de la vida y, si lo traspasamos a este plano podemos asociar que la manzana representa nuestro corazón, nuestra fuente Crística.
Por consiguiente, el relato de las Hespérides o hijas de la noche como nos indica Hesíodo, que custodiaban el jardín de las manzanas de oro que conferían la inmortalidad, regalo por el matrimonio e Zeus y Hera a la Tierra, nos está hablando de este potencial místico, espiritual y tangible que tiene nuestro corazón, ayudarnos a alcanzar la vida eterna, no por nada fue consagrada a Afrodita o Venus, diosa del Amor.
Según Enrique Cabrejas, del E-nstitut Ideal Nol, el origen etimológico de la palabra manzana proviene del un acrónimo ibérico “man”, que también se encuentra en el griego y significa: ofrenda, regalo, dádiva, obsequio o donación y que, este a su vez, proviene de uno anterior de origen semítico que nos remite a un vocablo universal conocido con el nombre de “maná”, presentado por la RAE como el manjar milagroso o alimento que envió D os a los israelitas cuando se encontraban en el desierto pero, que también, es considerado por ciertas religiones primitivas como un poder oculto al cual se atribuye el origen de la idea de causa.
Por otra parte, según este mismo autor, el vocablo ibérico “zana” alude a Roja y que “zana” y “sana” solo tienen una diferencia en la pronunciación que Cabrejas atribuye a una diferencia dialectal, y plantea, además que este vocablo nos remite a la idea de “estar Sano”. Que mejor interpretación que si tenemos nuestro corazón expandido en todo su potencial Crístico, nos encontramos en comunión con la Divinidad estamos y somos sanos, siguiendo los dictados del alma, que se representa en nuestro corazón como fuente de vida, ya que es este órgano es tiene la misión fundamental de recibir la sangre de todo el cuerpo enviarla a los pulmones y una vez que regresa al corazón oxigenada este la enviada a todo el cuerpo con oxígeno y nutrientes, todo esto es vital para que el cuerpo pueda llevar a cabo todas las funciones que nos mantienen vivos. Es por esto que la función del corazón es tan importante.
De igual envergadura, es el simbolismo de la manzana que es asociada a ciencia magia y revelación, no sólo por los antiguos, sino que también lo vemos en Newton y en su ley de gravedad. La manzana en su interior contiene una estrella de cinco puntas, conocida con el nombre de tetragramaton, que alude a la iniciación, a lo humano, a la autorealización. Pueblos escandinavos, galos y celtas parecían conocer la importancia de este fruto ejemplo de ello es que Merlín enseñaba bajo un manzano y la isla de Avalón es el Pomar.
Lo cierto es que la manzana puede simbolizar nuestra vida, un regalo de lo Divino, con su forma hace alusión al corazón que ella misma posee y nos habla de lo humano contenido en la fuente de energía toroidal, energía de vida y pauta del movimiento energético, que viene de lo divino y se nutre con nuestro corazón. La manzana, energía toroidal, que emana de nuestro cuerpo de luz, de nuestro centro Crístico, se proyecta desde el centro de nuestro pecho, el timo, y nos conecta, indisolublemente, con el campo magnético del Universo infinito. Los hombres del mundo antiguo lo sabían, Newton nos lo recordó con su ley de gravedad y nos toca a nosotros despertar ese poder interno, disfrutar de la manzana, estar sanos, vivir lo que deseamos magnetizando con el corazón. Ahí esta la magia que habita en nosotros y, el centro de ella que contiene lo humano y lo divino, es la fuente de la energía eterna.
Referencias
1.- PLINIO, Historia Natural. Disponible en https://tiresiotermestino.blog/wp-content/uploads/2020/05/Plinio-El-Viejo-Historia-Natural-Libros-I-II.pdf. Fecha consulta 5 abril de 2022
2.- ISIDORO DE SEVILLA, Etimologías XVII, 7, 3 y ss. Disponible em https://terminologiaarquitectonica.files.wordpress.com/2018/02/2004_san_isidoro_de_sevilla_etimologc3adas.pdf.Fecha de consulta 5 de abril del 2022.
3.- CHEVALIER, J., Diccionario de los Símbolos, p. 688. Disponible en https://www.academia.edu/44406715/Diccionario_de_los_simbolos_Chevalier_Jean. fecha de consulta 4 de abril del 2022.
4.- LA BIBLIA. Disponible en https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Latinoamericana-1995. Fecha de consulta 5 de abril del 2022
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