Ayer nevó en Santiago, al menos en una parte de la ciudad, lo que ocupó los titulares de matinales y gran parte de la agenda noticiosa, ya que desde hace varios años este fenómeno no estaba presente en la ciudad. También nevó en gran parte de Chile desde el valle de Elqui a la región de Magallanes, en mayor o menor grado.
La nieve es una precipitación de agua de tipo sólida que se presenta cuando las temperaturas atmosféricas alcanzan 0 grados celsius o menos. Son gotas de agua congelada que se cristalizan, formando los llamados copos de nieve y cuando precipitan cubren la superficie de la tierra con una maravillosa capa blanca.
Desde el punto de vista de la geometría sagrada de origen natural podemos decir que la conformación de los copos de nieve es fractal, de los cuales hablamos en un blog de Junio (https://maiadeluz.com/los-fractales-del-alma/) pero que se refiere básicamente a un cuerpo geométrico irregular donde su forma mayor está constituida por reproducciones más pequeñas de la misma figura Un trabajo interesante, con las partículas de agua congelada es el desarrollado por Mosuro Emoto, de origen japonés, quién plantea, de manera muy simple, que el agua adopta la vibración o forma, al ser congelada, de las palabras o pensamientos del entorno. Al hacer una analogía del experimento con nosotros los humanos que estamos conformados por un 80% de agua, debería ocurrir lo mismo que el demuestra en su estudio, las formas de los cristales varía de una manera u otra según pensamientos y estímulos planteando que los cristales más hermosos van asociadas a pensamientos y palabras agradables y, los cristales deformes o “feos” corresponden a estímulos de maltrato.
Pero continuando con la nieve, según la tradición Judaica esta por su pulcro color, viene a perdonar nuestros pecados, así lo afirmó en febrero de este año, en relación a la nevada que cayó en Jerusalem, junto al muro de los lamentos, el rabino especialista en cábala Itzhak Batzri, quién cita al profeta Isaías 1:18 para realizar tal afirmación, “…aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.” Así mismo, la nieve está presente en la Torá, el Tanaj y la tradición oral del pueblo Judío. Por ejemplo; a Moisés Dios le blanquea la mano para mostrarle lo que hará con el pueblo de Israel en Egipto, aquí se transforma la nieve en símbolo de poder de la divinidad. También, la nieve no sólo representa el estado purificador mencionado por el rabino, sino que es la misma Luz de Dios que lleva a esa purificación En los relatos de la tradición oral, se menciona a la nieve como el polvo perpetuo y esencial con el cual fue creado el mundo por Dios.
En este sentido de trascendencia y eternidad la nieve puede guardar muchas historias, cuando la nieve comienza a apilarse sobre una superficie y se mantiene en el tiempo, comienzan a conformarse diferentes estratos, estando el más antiguo en la inferioridad del apilamiento y en la parte superior se encuentra lo más nuevo. Al avanzar el tiempo, los cristales de nieve cambian de tamaño y dan origen a esferas de hielo llamadas rondas que comúnmente se unen dentro de una capa de nieve dando origen a los diferentes estratos de nieve similares a los de la tierra, nos relatan los animales que han transitado por ahí, ellos al igual que nosotros dejan un rastro o huellas de su paso, incluso en estas masas de nieve, conformadas por capas, se puede albergar vida ya que pueden servir de guarida para las múltiples insectos, mamíferos, entre otros que se encuentran en invierno, por ejemplo las comadrejas. Esto ocurre porque la superficie de nieve que está más cercana a la tierra se nutre con su calor de ésta, lo que produce que los cristales de nieve en vez de aglutinarse en una sola masa se vuelvan más grandes y no se liguen bien, generando espacios por los que circula aire que se calienta y oxigena, proporcionando un sistema de calefacción natural que protege a la vida de temperaturas extremas.
La nieve al igual que en el caso anterior puede darnos muchas sorpresas, el calentamiento global nos ha dado muestra de ello, en geología se conoce con el nombre de permafrost a la zona más insondable del suelo de las áreas frías en estado de permanencia helada. Esto hace que este tipo de suelo sea un excelente conservador de mircrobios y virus por sus características propias de no contener oxígeno y carecer de luz. Ejemplo de esto son los descubrimientos que han realizado científicos, en zonas de Alaska y Siberia, de cadáveres enterrados en fosas comunes donde han hallado ARN, el famoso ácido ribonucleico, de enfermedades como la gripe española de 1918, la peste negra que asoló al mundo durante la Edad Media aniquilando a más de 1/3 de la población mundial o incluso de viruela. En este sentido, hay dos casos particularmente llamativos, uno de ellos es un estudio del año 2014 donde los científicos revivieron un virus que estaba atrapado en el permafrost siberiano de hace más de 30.000 años, que se transformaron rápidamente en infecciosos y otro, el ocurrido fuera de un laboratorio, en el círculo polar ártico donde el año 2016 se dio un brote de ántrax que causó la muerte de un niño y llevó al hospital por contagio a una veintena de personas a causa de un reno infectado por esta enfermedad que murió en la zona 75 años antes y que por el deshielo del permafrost, donde había quedado enterrado, llevó la bacteria al ciclo del agua y posteriormente a la cadena de alimentos con las consecuencias descritas.
Estas situaciones nos llevan a tomar conciencia de los ciclos de la naturaleza, de la importancia de tener una relación saludable con ella y agradecer todos los días por acogernos, ampararnos y sostenernos. Si el sol brilla, la nieve también gracias a este efecto de espejo podemos comprender mejor que lo que ocurre aquí en la tierra es reflejo de lo que se produce en el cielo y viceversa. Disfrutemos de la naturaleza y de la vida, el manto blanco de la nieve, con todos sus significados, pero sobre todo porque se transforma en un hermoso lienzo en blanco para dibujar y colorear con la alegría de la vida lo que anhelamos con el corazón, ahora es tiempo de disfrutar del invierno, abracemos este presente luminoso, blanco y radiante.
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